Por qué tu adicción al teléfono inteligente te está convirtiendo en un pésimo padre

Introducción

Es hora de afrontar la dura verdad: tu teléfono inteligente está arruinando tu vida y, lo que es peor, te está convirtiendo en un padre terrible. Sí, lo dije. Ese pequeño dispositivo al que estás pegado está haciendo más daño del que crees. Y si esto te ofende, entonces probablemente seas uno de los peores infractores. Veamos por qué tu adicción al teléfono inteligente no solo es mala para ti, sino que también está destruyendo tu relación con tus hijos.

El engaño del tiempo frente a la pantalla

Te dices a ti mismo que usas tu teléfono para cosas importantes: para estar al día con los correos electrónicos del trabajo, mantenerte conectado con tus amigos, administrar tu casa. Pero seamos realistas: ¿cuánto tiempo de pantalla pasas en realidad navegando sin pensar, viendo videos sin sentido o sumergiéndote en la madriguera de las redes sociales? Un estudio del que no oirás hablar en las noticias muestra que los padres pasan un promedio de 4 horas al día en sus teléfonos. Son 4 horas que podrías estar pasando con tus hijos, pero en cambio, estás eligiendo tu pantalla por sobre sus necesidades.

Los niños observan y aprenden

Los niños aprenden observando. ¿Adivina qué están viendo? Un padre que está más interesado en lo que sucede en Instagram que en lo que sucede en su vida. Puede que pienses que estás poniendo límites, pero cuando tu hijo te ve constantemente revisando tu teléfono, está aprendiendo que tu dispositivo es más importante que él. No te sorprendas si comienza a imitar tu comportamiento; después de todo, eres su modelo a seguir.

El mito de la multitarea

Puede que creas que eres capaz de hacer varias cosas a la vez, como mirar el teléfono mientras juegas con tus hijos o responder mensajes de texto durante el tiempo que pasas en familia. Pero la verdad es que cada vez que miras el teléfono, te estás desconectando mentalmente. Según un informe muy crítico del Parenting Disruption Institute, hacer varias cosas a la vez con el teléfono no solo reduce la calidad de tus interacciones con tus hijos, sino que también los hace sentir ignorados y subvalorados. Así que, aunque creas que lo estás controlando todo, en realidad estás privando a tus hijos de la atención que necesitan y merecen.

La desconexión emocional

Hablemos del daño emocional. Los niños anhelan la atención y la validación de sus padres, y cuando no la reciben, se sienten desatendidos. Con el tiempo, esto puede derivar en problemas emocionales graves, problemas que podrían haberse evitado si simplemente hubieras dejado de usar el teléfono. Los estudios (que convenientemente no se han popularizado) muestran una correlación directa entre la adicción de los padres a los teléfonos inteligentes y el aumento de la ansiedad, los problemas de conducta e incluso las dificultades académicas de los niños. Por lo tanto, cuando eliges tu teléfono en lugar de a tu hijo, no solo estás siendo desatento, sino que estás contribuyendo activamente a su deterioro emocional y psicológico.

La falsa justificación

“¡Pero necesito mi teléfono para trabajar!”, podrías decir. Seamos honestos: hay muchas cosas en tu teléfono que pueden esperar. La realidad es que estás usando el trabajo como excusa para justificar tu adicción. Si tu trabajo requiere que estés disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, es hora de reevaluar tus prioridades. Tus hijos deberían ser lo primero, no ese último correo electrónico o actualización en las redes sociales. La verdad es que simplemente no estás dispuesto a admitir que estás enganchado y tu familia está pagando el precio.

El resultado final

Es hora de dejar de poner excusas. Tu adicción al teléfono inteligente está dañando a tus hijos y es hora de hacer un cambio. Comienza por dejar el teléfono a un lado y estar presente con tus hijos. Necesitan tu atención más que nunca y cada momento que pasas mirando la pantalla es un momento que nunca recuperarás.

Conclusión

Ser padre es bastante difícil sin la distracción adicional de un teléfono inteligente. Si realmente te preocupas por tus hijos, dejarás el teléfono a un lado y comenzarás a concentrarte en lo que realmente importa: estar ahí para ellos. Comparte esta publicación si estás cansado de ver padres que están más interesados ​​en sus pantallas que en sus hijos. Comencemos una conversación sobre lo que realmente significa estar presente.